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Becas Taller de la Dirección de Cultura pone en valor el patrimonio cultural de Costa Rica

Un grupo de 350 escolares del Circuito 01 de la Dirección Regional de Enseñanza de Santa Cruz, en Guanacaste, presentaron el 18 de noviembre del 2016, un espectáculo de danza folclórica en el centro del pueblo, como resultado de la labor de Marlene Contreras, quien recibió fondos de una Beca Taller de la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud.

Desde hace 45 años, Marlene Contreras es directora del Grupo de danza y proyección folclórica Flor de Caña, y hace un tiempo se sintió preocupada por el olvido en la niñez de la herencia cultural tan apreciada por ella, que la llevó a empeñarse en revalorar el patrimonio cultural de esta manifestación propia de la región. “Rescatar y traer nuevamente a la mente de los niños y jóvenes santacruzeños las danzas tradicionales guanacastecas que le dieron origen al folclor costarricense, no solamente la danza sino la música, porque eso ya no se baila”, comentó Contreras, al referirse a la labor realizada mediante la Beca Taller otorgada por la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) en el 2016.

Al respecto, Fresia Camacho, directora de la Dirección de Cultura, afirmó que programas de fomento como las Becas Taller, permiten que la inversión vaya directamente a actores clave y organizaciones de las comunidades que son gestores socioculturales. Sobre el patrimonio inmaterial cultural que se recuperó mediante la Beca Taller, Contreras aseguró que los niños y niñas de la zona no recordaban qué era El punto, El torito, La botijuela y La huerfanita, entre otras piezas musicales. “Tenemos guardado eso en una cajita; por eso yo les dije: el zapateado, y ellos respondieron: ¿eso qué es?, nunca lo hemos escuchado”.

El proyecto que Doña Marlene presentó para concursar en las Becas Taller fue seleccionado, y a partir de ahí se dio a la tarea de crear una serie de alianzas con diferentes instituciones para trabajar con los niños y los docentes del Circuito 01 de Santa Cruz. Y dio resultado.

En la Beca Taller, que ascendió a 3,7 millones de colones, participaron 20 escuelas y recibieron capacitación 34 docentes que tenían como responsabilidad crear y desarrollar de marzo a noviembre un grupo de danza en sus respectivas instituciones .

La propuesta obtuvo el apoyo de la Junta Administrativa, de los directores y la comunidad: “de un 100 por ciento de la gente en nuestro pueblo”, agrega Contreras, y “18 de noviembre hicimos la puesta en escena en la Plaza de los Mangos en Santa Cruz, a las 5:30 de la tarde, con la banda de la etapa básica de música de la Universidad de Costa Rica que proporcionó 60 músicos, y bailaron 350 niños al mismo tiempo”. La actividad la coordinaron con el tradicional turno de Esquipulas en honor al Santo Cristo de Esquipulas. “La gente quiere que esto se repita. Ahora los otros circuitos, que son siete, me preguntan que cómo hacen para que se haga. Yo les expliqué que era una Beca Taller”, concluyó satisfecha Contreras.

El año pasado, el programa Becas Taller de la Dirección de Cultura otorgó 115 millones de colones distribuidos entre 37 proyectos de distintas zonas del territorio nacional, mientras que para el 2017, el fondo con un monto de 114 millones de colones fue otorgado a 22 propuestas representantes de la riqueza y diversidad cultural del país.

La beca taller es un estímulo económico anual para el desarrollo de proyectos, a fin de crear, investigar o impartir capacitaciones en áreas relacionadas con el arte y la cultura. Una de sus principales características es ser un programa accesible a cualquier persona, sin discriminación por su educación no formal.

A la luz de la creación de otros fondos concursables en el MCJ, así como de la reciente aprobación de la primera Política Nacional de Derechos Culturales 2014–2023, la Dirección de Cultura ha reformulado el programa Becas Taller, con el objetivo de delimitar con mayor claridad su ámbito de acción, y perfilarlo como una herramienta para la salvaguardia (fortalecimiento y protección) de las diversas expresiones del patrimonio cultural inmaterial existentes en Costa Rica.